Por medio de estas palabras te doy las gracias por todo lo que nos enseñaste, no se necesita tener decenas de años para dejarnos un gran ejemplo de valentía, fuerza y amor por la vida; fuiste, eres y seras nuestro valiente guerrero, nuestro ángel que logró tantas cosas que dan orgullo y emoción. Te extrañáremos es un hecho, pero estarás siempre en nuestro corazón, siempre presente.
Hoy sonreímos junto contigo y te mandamos todo nuestro amor primo mío! Descansa en paz Ángel Eduardo Morales Millán.